martes, 8 de julio de 2014

Importancia de las actitudes y comportamiento del cónyuge sobre la eficacia del tratamiento para la depresión

(c) Foto de Kim Seng
El tratamiento cognitivo-conductual, es el tratamiento de elección para las personas con depresión. Esta evidencia es aceptada por la mayor parte de la comunidad científica internacional y queda recogido en todas las guías emitidas por los principales organismos que velan por una buena praxis en el tratamiento de los trastornos mentales y la salud en general.

A pesar de ello la terapia cognitivo-conductual es susceptible de mejora y ampliación. En esta línea en un artículo publicado en Mayo en la revista Behavior Therapy, toda una autoridad en lo que se refiere al estudio de los fundamentos de la terapias conductuales, se trató de desentrañar la importancia que para la eficacia del tratamiento, tienen las actitudes y comportamiento de los maridos de las mujeres con depresión que asisten a terapia.
En el estudio se utilizó, sin aparente justificación, una forma muy breve de terapia, de 5 sesiones, que difícilmente permitiría obtener resultados a largo plazo. Esto se debe a que desde el modelo cognitivo-conductual, los problemas se conciben como aprendizajes desadaptativos, y por tanto, para que la persona sea capaz de dar una respuesta más adaptativa a su problema o al factor que está en su base, es necesario de una práctica guiada y continuada en el tiempo. A pesar de ello el estudio constituye un buen punto de partida.

La muestra estaba compuesta por 35 mujeres con depresión, casadas y cuyos maridos no tenían depresión.

Lo primero que se constató es que el tratamiento fue eficaz para reducir los niveles de depresión de las mujeres, la angustia de sus maridos y las consecuencias negativas que la depresión tenía para la pareja. También se observó que la satisfacción con la relación de pareja aumento tras mejorar los niveles de depresión de la mujer.

El estudio investigó también el papel que desempeñaban tres factores en los mecanismos de cambio que habían tenido lugar, en concreto: (a) el papel desempeñado por las actitudes y comportamientos negativos hacia la depresión; (b) por la prestación de apoyo a la pareja; y por (c) la presencia de comunicación empática con la pareja deprimida.

Se encontró que en la disminución de los niveles de depresión y de carga que suponía para la pareja la depresión, desempeñaban un papel importante las actitudes y comportamientos hacia el trastorno, de la pareja no deprimida .

A su vez, el aumento de la satisfacción marital en la mujer se veía mediada por la presencia de actitudes y comportamiento más positivos de su pareja hacia su enfermedad, junto a la percepción de un mayor apoyo por parte del marido.

Estos resultados resaltan la importancia de las actitudes, comportamientos y apoyo de la pareja, en la eficacia de la terapia cognitivo-conductual para la depresión. Cabe esperar que los mismos resultados, de potenciación de los efectos de la terapia, se podrían encontrar si se interviene sobre las redes de apoyo que tiene el paciente, mejorando las actitudes y comportamiento que estos tienen hacia él. Entre dichas redes de apoyo, además de la pareja, estaría el resto de familia y las amistades.

Sería interesante comprobar los resultados que se obtendrían con parejas en las que es el hombre el que presenta depresión y el papel que desempeñan sus mujeres en la eficacia de la terapia. El efecto de los roles de género seguramente explicaría que los resultados fueran diferentes.

Fuente
Artículo original

Con la colaboración y patrocinio de:
Centro de Psicología AARON BECK

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